La fracturación hidráulica es opción para
llegar a los recursos almacenados en yacimientos de baja permeabilidad como el
shale de Neuquén.
Zapala > Mientras evalúa el potencial productivo en las formaciones Los Molles y Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina para contribuir a identificar el futuro potencial hidrocarburífero de gas no convencional, una operadora norteamericana avanza no sólo en diversos procesos de “estimulación por fractura”, sino que además ejecuta el proyecto de perforación del primer pozo horizontal multifractura de Latinoamérica con objetivo shale gas.
Éste pozo multifractura en el yacimiento
Anticlinal Campamento, a 35 kilómetros de Zapala, busca alcanzar una
profundidad cercana a los 3.500 metros para luego recorrer otros mil metros en
forma horizontal, a lo largo de la formación en análisis (en este caso Molles)
para finalmente poder llevar a cabo al procedimiento de estimulación por
fractura.
La estimulación por fractura es un proceso
por el cual los fluidos compuestos principalmente por agua y arena son
bombeados a alta presión en una formación con el fin de partir la roca del
reservorio, creando canales para liberar los hidrocarburos atrapados en
reservorios poco permeables.
Los reservorios de Shale comprenden
partículas del tamaño de la arcilla que han sido compactadas hasta formar capas
rocosas casi impermeables. El desarrollo de Shale Gas hasta hace poco era
considerado inviable, pero gracias a la combinación adecuada de tecnología e
incentivos económicos podría convertirse en una opción indispensable para los
requerimientos energéticos del país.
La fracturación hidráulica es la única e inevitable opción para acceder a los recursos almacenados en yacimientos de extremadamente baja permeabilidad como el shale de Neuquén.
Inversión millonaria
Según cálculos de la Secretaría de Energía de
la Nación, en mayo de este año podrían inyectarse al sistema cerca de 20
millones de metros cúbicos (MMm3) por día de Gas Plus provenientes en su
mayoría de yacimientos no convencionales. Es decir un 15 por ciento de la
oferta total del fluido.
En estos momentos existen cuarenta y tres
proyectos aprobados por la Secretaría de Energía que suman inversiones por
2.100 millones de dólares para los próximos tres años. Para facilitar las
inversiones a las empresas petroleras, la administración de la presidenta
Cristina Fernández anunció en diciembre último que pagará por el Gas Plus un
precio que oscilará entre los 4,5 y 7,5 dólares por millón de BTU que es lo que
cuesta importar gas desde Bolivia.
En la actualidad el Gas Plus aporta cerca de
6 MMm3/día con excepción de algún contrato con privados, la mayor parte de
volumen es consumido por Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado
eléctrico que accedió pagar 4,10 dólares para abastecer del fluido a las
centrales térmicas. El estado confía que con la entrada de las industrias al
negocio, la oferta de Gas Plus se multiplique.
En un plazo de 6 meses, la oferta de tight y
shale gas podría llegar a los 20 millones de metros cúbicos por día, siempre y
cuando la industria comience a contratar Gas Plus. La cifra representa el 15%
del consumo diario del hidrocarburo que ronda los 120 millones cúbicos por día.
Apache, la encargada de los trabajos, es
pionera en este programa. Comenzó a trabajar en estos proyectos en 2008, y
perforó a la fecha más de 60 pozos en cuatro yacimientos de la Cuenca
Neuquina.